Cobertura total de la Red Inalámbrica Universitaria (RIU) en la FQ

Con una inversión superior a los cinco millones de pesos, la Facultad de Química fortaleció y amplió su servicio de Internet, al extender la cobertura de la Red Inalámbrica Universitaria (RIU) a todas sus instalaciones en Ciudad Universitaria, lo que coloca a esta entidad como la de mayor número de Puntos de Acceso (APs) en la UNAM.

Ello permite el libre uso de Internet a su población estudiantil, académica y administrativa, en los edificios A, B, C, D, E y F, además de los auditorios A y B, y todas las áreas de esta entidad.

Los trabajos para dicha ampliación fueron realizados gracias a los ingresos extraordinarios proporcionados por la Dirección de esta entidad.

En un recorrido por la FQ, su Director, Jorge Vázquez Ramos, verificó la nueva cobertura del servicio de la RIU, y constató que en cualquier salón o laboratorio de sus edificios es posible distinguir la Service Set Identifier (SSID) de la RIU con una buena intensidad de señal.

En entrevista, la titular de la Secretaría de Planeación e Informática (SPI), Aída Hernández Quinto, explicó que para la ampliación de la RIU, se realizó el análisis de APs, la instalación de cableado y la colocación de antenas en salones, laboratorios, auditorios, bibliotecas, hemeroteca, cafeterías y pasillos, así como en el Jardín de las Ardillas y la Explanada del Edificio A.

Esta tarea fue posible gracias a la colaboración con la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación (DGTIC) de la UNAM desde hace un año, mientras que los trabajos de instalación dieron inicio en noviembre pasado. “La DGTIC nos apoyó en ubicar los puntos que la Facultad requería para tener más amplitud en el servicio de Internet, ancho de banda, seguridad, control, monitoreo y la conexión de un mayor número de dispositivos móviles”, explicó Hernández Quinto.

De esta manera, añadió, los profesores podrán hacer uso en sus clases de los recursos de Internet, en tanto que los alumnos harán consultas de manera inmediata sobre investigaciones y actividades culturales o académicas.

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Aída Hernández subrayó que con este proyecto se busca apoyar las áreas fundamentales de la FQ: la docencia, la investigación y la difusión de la cultura. “Es un logro para la Facultad, que toda la comunidad pueda tener acceso a este servicio de Internet, hacer uso de software enfocado a la enseñanza y el aprendizaje”.

Por su parte, el docente de la FQ Alejandro Pisanty Baruch afirmó que con la extensión de este servicio, al que calificó de altísima importancia, será posible el acceso a información, prácticas, simuladores computacionales de procesos, bases de datos y comunicaciones en el momento y lugar en que sean requeridos. “Permite trabajar con datos reales, seleccionados de acuerdo con el interés individual de cada alumno, en el momento en que sea pertinente hacerlo en clase”, aseguró.

El ex titular de la Dirección General de Servicios de Cómputo Académico de la UNAM (actual DGTIC), y quien asesoró a la SPI en el dimensionamiento y ejecución del proyecto, apuntó que los experimentos, simulaciones y videos en línea añaden realismo y relevancia a las clases que, de otra forma, están restringidas a lo que se puede hacer de manera simple y esquemática. Este avance, agregó, representa también “un desafío que los académicos consideramos bienvenido, pues nuestra actividad es comparada constantemente con estándares internacionales”.

Importancia de la Red para la docencia

Pisanty Baruch comentó también que, de acuerdo con su experiencia, los alumnos utilizan la Red con entusiasmo durante las clases cuando se plantean actividades que los estimulen. Con esta herramienta, “adquieren una visión completa de los fenómenos en estudio, los conectan más fácilmente con su experiencia sensible (formal en nuestros salones y laboratorios e informal en espacios domésticos, de transporte y sociales) y hacen un mejor enlace entre el aprendizaje formal y el informal”.

Asimismo, abundó el especialista en cómputo, los dispositivos portátiles con los que cuentan muchos alumnos son efectivos para usos más allá de la telefonía y la transmisión de mensajes o el despliegue de videos, pues pueden generar señales (por ejemplo, sonido de frecuencias específicas), servir como sensores y conectarse con facilidad a equipo de laboratorio. Es decir, se convierten en eficaces instrumentos de generación, captura, transporte, comunicación y tratamiento de datos.

Además, “los alumnos encuentran una condición que será frecuente en espacios de estudios de posgrado y de trabajo al egreso: la conectividad está disponible para encontrar soluciones a los problemas con todos los elementos, todas las herramientas, de que se pueda disponer”, expresó Pisanty Baruch.

Confió en que “con la ‘oportunidad digital’, las facilidades para ejecutar proyectos e imaginar y crear nuevas situaciones de aprendizaje debidas a la profusión de dispositivos y a la nueva disponibilidad de la red, logremos nuevos avances. Ya se llevan a cabo trabajos brillantes que servirán de ejemplo, en áreas tan aparentemente distantes como Física, Química orgánica, Biología molecular y Matemáticas”.

Es una obligación, refirió, cumplir y rebasar la expectativa de los alumnos que fueron un motor constante para que se llevara a cabo este proyecto. “La red como plataforma de colaboración debe permitirnos avanzar junto con ellos, con su imaginación, abordar conceptos avanzados y familiarizarnos con la tecnología. Tenemos un reto ahora con temas como la Revolución maker, los dispositivos de visión 3D y realidad virtual, la impresión 3D, y el uso de los juegos –o sus ‘motores’– para la educación”.

Este servicio se brindará a toda la comunidad de la FQ: alumnos, profesores, investigadores y trabajadores. Para tener acceso a él, es necesario: tener una cuenta @unam.mx o @comunidad.unam.mx y registrarse en el portal de www.servicios.unam.mx. La liga y el instructivo estarán disponibles en el sitio de la Facultad (www.quimica.unam.mx).