Importantes Reconocimientos para Académicos de la FQ

Por sus aportes, trayectoria y contribuciones, tres destacados académicos de la Facultad de Química (FQ), recibieron reconocimientos de alto nivel.

La Profesora Emérita de la UNAM, Estela Sánchez Quintanar, fue reconocida por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), como Investigadora Nacional Emérita del Sistema Nacional de Investigadores (SNI); Alfonso Durán Moreno fue condecorado con el Reconocimiento Distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos 2008, Área Docencia en Ciencias Exactas, mientras que Pedro Roquero Tejeda se hizo merecedor a este mismo galardón en el Área Innovación Tecnológica y Diseño Industrial.

Estela Sánchez, Investigadora Nacional Emérita

La Profesora Emérita de la UNAM y destacada integrante de la comunidad académica de la Facultad de Química (FQ), Estela Sánchez Quintanar, fue reconocida por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), como Investigadora Nacional Emérita del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).

Integrante de este Sistema desde 1984, la destacada universitaria desarrolla desde hace años, un trabajo de investigación centrado en los mecanismos de regulación de síntesis de proteínas, que permiten entender cómo las células producen las proteínas que se requieren en los organismos.

“Los diferentes tipos de células tienen capacidad selectiva para producir diversas proteínas en momentos específicos; la gran interrogante es cómo lo realizan. Esto es lo que constituye los mecanismos de control traduccional”, señaló en entrevista Sánchez Quintanar.

Con casi 50 años como docente, la investigadora contribuyó a la fundación del Departamento de Bioquímica en la FQ, instancia desde la cual comenzó a estudiar la Bioquímica vegetal.

Actualmente, Estela Sánchez coordina un equipo de investigación sobre los mecanismos de regulación y expresión genética del maíz, cuyos avances permitirían controlar y dirigir el crecimiento de esta planta originaria de nuestro país, y que constituye un alimento que se consume en muchas partes del mundo.
Con los estudios realizados por el equipo de investigación de Estela Sánchez en la FQ, podrían conseguirse –por ejemplo– mazorcas más grandes, o bien clonarse un prototipo benéfico con mejores capacidades de producción y adaptación al medio, más resistente a las infecciones o a la sequía.

De acuerdo con la mayor parte de la investigación de Sánchez Quintanar, los mecanismos de regulación y expresión genética del maíz, han permitido concluir que en la plantas “existe un factor de crecimiento muy semejante, y que tiene la misma función de la insulina en los animales”.

De esta manera, el trabajo de Estela Sánchez y su grupo ha hecho posible determinar que en las plantas existe un péptido (molécula o proteína) con la misma función que la insulina en los animales: Desata la misma línea de transmisión de señal, e induce la síntesis de proteínas y de ADN que se requiere para controlar el crecimiento y la división celular.
En cuanto al reconocimiento como Investigadora Nacional Emérita, Estela Sánchez expresó que representa “un honor, pero al mismo tiempo un compromiso, porque pertenecer a un organismo como el SNI, que ha sido tan importante en México para evitar la fuga de cerebros, es una responsabilidad muy seria”.

Para la académica de la FQ, una de sus mayores aportaciones en el aspecto profesional, ha sido la formación de recursos humanos en el campo de la Química. “Lo que pueda lograr una sola persona siempre es limitado, por eso lo más importante es difundir el conocimiento para que se logre avanzar”, aseguró.

El reconocimiento como Investigadora Nacional Emérita es un nombramiento vitalicio que se otorga a quienes cumplen 15 años ininterrumpidos con la distinción de Investigador Nacional Nivel III del SNI, y que además cuenten con una trayectoria sobresaliente en la que hayan realizado aportes a la generación del conocimiento y al desarrollo científico y tecnológico, así como en la formación de recursos humanos.

Alfonso Durán Moreno, Reconocimiento Distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos 2008, área Docencia en Ciencias Exactasalfonso_duran.jpg

Por sus aportes en el área de la Ingeniería Ambiental, su impulso por vincular la Facultad de Química (FQ) de la UNAM con los sectores productivos del país, así como por su profundo compromiso y dedicación para compartir sus conocimientos y contribuir de esta manera a la formación de profesionistas altamente calificados en un campo científico de vital importancia para México, Alfonso Durán Moreno, fue condecorado con el Reconocimiento Distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos 2008, Área Docencia en Ciencias Exactas.
El interés por buscar la forma de contribuir a la solución de problemas ambientales del país, nace desde que Alfonso Durán cursaba la etapa final de sus estudios de licenciatura en la FQ. De ahí que más tarde decidió orientar sus actividades académicas de docencia, investigación y proyectos de servicios tecnológicos hacia la Ingeniería Ambiental.
Su trabajo se ha enfocado a las áreas de procesos fisicoquímicos, electroquímicos y biológicos para el tratamiento de aguas residuales de la industria petrolera, uso eficiente del agua en el sector industrial, así como al desarrollo y evaluación de nuevas tecnologías para el tratamiento y valoración de residuos sólidos urbanos para la generación de energía eléctrica.

“En investigación aplicada hemos desarrollado proyectos para Pemex, en los que se han ofrecido opciones de solución en las refinerías para el abasto de agua de primer uso, y para el tratamiento de aguas residuales”.

Para ello, Alfonso Durán y su equipo de trabajo, realizan diagnósticos confiables del funcionamiento actual de los sistemas de tratamiento de la industria petrolera “y con base en los resultados de laboratorio, investigación y de trabajo de Ingeniería, ofrecemos soluciones tecnológicas a las problemáticas encontradas”, agregó el investigador galardonado.

Integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), Durán Moreno concluyó recientemente un proyecto para Pemex-Petroquímica, que consistió en la evaluación de opciones para la generación de gas de síntesis y de energía eléctrica a partir de residuos sólidos urbanos.
Además, con patrocinio de la empresa Servicios Industriales Peñoles, el investigador, adscrito al Departamento de Ingeniería Química de la FQ, estudió alternativas de aplicación de los productos de hidróxido de magnesio y óxido de magnesio en el control de olores y tratamiento de aguas residuales. Desarrolló además −en colaboración con el Instituto de Ingeniería−, trabajos experimentales para encontrar opciones de valoración de las casi 30 toneladas de polvos de tipo basáltico que se generan en la Planta de Asfalto del Distrito Federal.

El investigador universitario consideró, en entrevista con Gaceta FQ, que una de sus principales aportaciones en el campo docente es la sensibilización de los estudiantes sobre la importancia de generar riqueza para el país, pero no a costa de los recursos naturales.
“Necesitamos dejarles claro que es fundamental el crecimiento de la industria en México, pero de manera conciente, ordenada y con respeto al ambiente”, afirmó.

Alfonso Durán, quien desarrolla sus proyectos de investigación junto con un equipo de trabajo conformado por estudiantes de licenciatura y posgrado, así como por académicos de la FQ comprometidos como Rafaela Gutiérrez Lara, aseguró que en México es insuficiente el número de profesionistas especializados en Ingeniería Ambiental.

Al respecto, sostuvo que nuestro país requiere de un mayor número de profesionistas en esta área, porque “si bien existe un buen número de especialistas dedicados al tratamiento de aguas, hacen falta expertos en las áreas de residuos peligrosos, residuos sólidos urbanos, recuperación de suelos contaminados y en el campo de la contaminación atmosférica”, apuntó.

Al expresar su punto de vista sobre el reconocimiento que le otorgó la Universidad Nacional, Durán Moreno señaló que representa un gran honor, y que es resultado del trabajo conjunto de colegas y estudiantes. “En esto, tal vez mi principal virtud sea el saber conjuntar las capacidades humanas necesarias para llegar a un fin determinado”, concluyó.

Pedro Roquero Tejeda, Distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos 2008, Área Innovación Tecnológica y Diseño Industrial
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De no invertir en desarrollo tecnológico propio y en educación, se corre el riesgo de depender del extranjero en muchos sentidos, lo que repercutiría en el nivel de vida de toda la población, en el abandono de la agroindustria, en la inoperancia de muchas empresas y en la desaparición de facto de la industria química mexicana, señaló el académico de la Facultad de Química (FQ), Pedro Roquero Tejeda, quien por sus notables contribuciones en el área de Ingeniería Electroquímica se hizo merecedor del Reconocimiento Distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos 2008 en el Área Innovación Tecnológica y Diseño Industrial.

Con la experiencia de trabajar en investigación aplicada desde el inicio de los 90, el profesor universitario aseguró que hace 25 años, México y Corea del Sur eran países con economías similares. Hoy, Corea tiene uno de los niveles más altos de desarrollo tecnológico. “México se quedó atrás. No sé si todavía estemos a tiempo de revertir esta situación; lo que está claro es que no se han tomado las decisiones correctas durante el último cuarto de siglo”.

Desde el Laboratorio de Ingeniería Electroquímica, del cual es responsable, el investigador trabaja en dos líneas principales: La Ingeniería de celdas de electrólisis y de celdas galvánicas.
En el primer caso, los proyectos tienen una orientación hacia la Ingeniería de reactores y de procesos. Se trabaja en dos proyectos para una empresa minera, “buscando optimizar la recuperación de cobre por electrólisis. En la línea de celdas galvánicas nos hemos enfocado en la catálisis de celdas de combustible, sintetizando y evaluando materiales que funcionen como electrodos en este tipo de reactor”, agregó.

Al cuestionarle sobre la aplicación de estas líneas de investigación, Roquero Tejeda comentó en entrevista que “todos usamos reactores electroquímicos”.

Explicó que las baterías de cámaras, teléfonos celulares y otros equipos electrónicos, son una forma –que se ha vuelto común– de transportar energía. Las celdas de combustible representan un tipo de tecnología que permite transformar la energía con eficiencias relativamente altas, y puede representar una alternativa a futuro para el aprovechamiento de diferentes fuentes energéticas.

El desarrollo de las celdas de combustible, abundó, tuvo un impulso importante a raíz de los programas espaciales Gemini y Apolo de la NASA, pues se usaron para suministrar electricidad a las naves.
“Por otra parte, las celdas de electrólisis se emplean actualmente en aplicaciones industriales muy diversas. La totalidad del cobre que se usa en el cableado eléctrico se obtiene por electrólisis, así como el cloro molecular utilizado como intermediario en diferentes procesos de síntesis (PVC, por ejemplo). Cada vez se emplean más tecnologías electroquímicas para el tratamiento de efluentes contaminados por especies orgánicas e inorgánicas”, aseveró Roquero.
La disponibilidad y uso adecuado de la energía, afirmó el investigador, son los principales factores que inciden en el nivel de vida de una sociedad.

Respecto a la situación de la innovación tecnológica en el país, el investigador galardonado consideró que se avanza lentamente en ella, “haciendo cada vez más uso de la imaginación y el trabajo constante”, señaló.

Sin embargo, añadió que las importantes limitaciones que los poderes Ejecutivo y Legislativo imponen al presupuesto en educación, ciencia y tecnología, hacen “que no podamos contar, por ejemplo, con algunas técnicas avanzadas de análisis, y que nuestros laboratorios no dispongan muchas veces de lo que requerimos”.

No obstante, estimó que “muchos investigadores en México han logrado innovaciones importantes basándose en los excelentes recursos humanos de que disponemos, y en el estudio y aprovechamiento de diferentes características únicas de nuestro país, como biodiversidad, recursos minerales y energéticos, litorales, etcétera”.

El académico de la FQ señaló que recibir un reconocimiento tan importante por parte de la Universidad Nacional, es “un honor, por supuesto. Es una razón para continuar el trabajo con la misma intensidad, para seguir sembrando a través de los estudiantes que se interesan por la Electroquímica, quienes serán –en el futuro– los especialistas que deberán llevar a México a través de la transición hacia nuevas formas de transformar la energía”.

Es también, concluyó, “la ocasión de agradecer a quienes han compartido conmigo este camino: Estudiantes, profesores, investigadores, técnicos académicos, así como a quienes integran el H. Consejo Técnico de la Facultad, de quienes nació la iniciativa de proponerme para el Reconocimiento”.