Detectan capacidades probióticas en microorganismos del pulque

Los académicos de la Facultad de Química, Martha Giles Gómez y José Adelfo Escalante Lozada, aislaron un microorganismo presente en el pulque con capacidad probiótica, que podría evitar el desarrollo de bacterias dañinas en el intestino y estimular el sistema inmunológico de individuos que consuman esta bebida.

Giles Gómez, adscrita al Departamento de Biología de la FQ, y Escalante Lozada, profesor de asignatura de la Facultad e investigador del Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM, aislaron una bacteria ácido-láctica identificada como Leuconostoc mesenteroides P45, que puede producir antimicrobianos con efectos benéficos a nivel gastro-intestinal en quien lo consuma.

Las bacterias lácticas del pulque que producen exopolisacáridos, explicó Martha Giles, son los microorganismos responsables de que esta bebida tenga mayor o menor viscosidad, y son producidos por bacterias ácido-lácticas. “Al analizar la microbiota del pulque, se determinó que en él hay gran cantidad de bacterias lácticas que producen exo-polisacáridos”. Esta característica puede ser aprovechada para producir una preparación de estas bacterias con potencial probiótico, con una cubierta que los proteja de las condiciones antimicrobianas del estómago para alcanzar el intestino, apuntó.

Ambos universitarios trabajan de manera conjunta en la caracterización de microorganismos en alimentos y bebidas fermentadas tradicionales, particularmente en el pulque. En esta línea de investigación, realizaron una de las primeras secuenciaciones del genoma de una bacteria láctica aislada del pulque en México, a fin de determinar su composición y conocer su estructura genética.

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En entrevista, Marta Giles señaló que desde hace años trabaja en la detección de microorganismos con capacidad probiótica en esta bebida alcohólica tradicional mexicana. Su investigación comenzó con la caracterización de la diversidad de bacterias lácticas, identificando especies que no se habían reportado previamente, algunas de ellas relacionadas con bacterias probióticas.
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Por su parte, Adelfo Escalante apuntó que en la investigación han encontrado que las bacterias lácticas abundantes en el pulque tienen la capacidad de inhibir el crecimiento de bacterias patógenas. Asimismo, detalló que al detectar esta característica “se decidió evaluar el potencial de las bacterias lácticas en ratones y se encontró que, en efecto, había resultados interesantes en cuanto a la disminución de la capacidad de infección de bacterias patógenas”.

Debido a ello, los investigadores decidieron secuenciar el genoma del Leuconostoc mesenteroides P45, con la finalidad de ubicar los genes asociados a las características que definen a esta bacteria láctica como probiótica.

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Secuenciación

La secuenciación del genoma del Leuconostoc mesenteroides P45 se llevó a cabo en el IBt y los resultados ya están disponibles en GenBank, base de datos pública de secuencias genéticas del Centro Nacional de Información Biotecnológica (NCBI).

Giles Gómez y Escalante Lozada expresaron que a partir de dicha secuenciación se han encontrado genes que codifican para algunos factores asociados a esta capacidad probiótica y se han identificado. Se sigue trabajando en la caracterización de qué genes están involucrados en el efecto antimicrobiano contra patógenos.

Martha Giles añadió que los primeros estudios de la investigación, consistentes en el aislamiento, caracterización, capacidad antimicrobiana y análisis de resistencia a las condiciones del estómago se llevaron a cabo en la Facultad, lo que “ha permitido que alumnos de licenciatura realicen proyectos con los cuales se han titulado”.

Los investigadores tienen contemplada una futura colaboración con el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, donde se tendrá la posibilidad de evaluar la capacidad del Leuconostoc mesenteroides P45 de inhibir el desarrollo de células cancerígenas.

Asimismo, Adelfo Escalante comentó que también se busca valorar si este polisacárido pudiera dar una ventaja al uso de estas bacterias en el desarrollo de alimentos o bebidas que tengan un efecto probiótico a nivel gastrointestinal.

Martha Giles y Adelfo Escalante expusieron que si bien la cultura popular atribuye efectos positivos a la ingesta de pulque, “estamos convencidos que si bien el pulque no puede ser considerado como un producto probiótico por su contenido de alcohol, sí lo pueden ser las diversas especies de bacterias lácticas como Leuconostoc mesenteroides P45. Nuestros estudios buscan darle un respaldo científico a las propiedades benéficas de esta bebida tradicional mexicana”, concluyeron.