Concierto Conmemorativo de la Orquesta Sinfónica de Minería por el Centenario de la FQ

En la Sala Nezahualcóyotl con un estreno mundial

Con obras de los compositores Adam Schoenberg, Samuel Barber y Béla Bartók, la Orquesta Sinfónica de Minería (OSM) ofreció un Concierto Conmemorativo por el Centenario de la Facultad de Química, la noche del sábado 20 de agosto en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario.

Bajo la batuta del maestro Carlos Miguel Prieto, este conjunto coronó el octavo programa de la Temporada de Verano 2016 de la OSM, con la interpretación de las tradicionales Mañanitas por el festejo de los químicos, lo que emocionó vivamente a los asistentes.

Al inicio del concierto, el Director de la FQ, Jorge Vázquez Ramos, dio un mensaje al público, integrado en buena parte por profesores, estudiantes, ex alumnos y trabajadores de esta Institución, donde recordó que la Facultad de Química nació en 1916 en un México convulso, en plena guerra revolucionaria, en una etapa de la historia en donde el propio país estaba renaciendo.

Juan Salvador Agraz, añadió, y muchos otros, fundaron lo que parecía imposible: la Escuela Nacional de Química Industrial. A lo largo de estos cien años, la Química ha sido el factor principal en el desarrollo del país, pero sobre todo en el desarrollo de la humanidad. No hay aspecto de la vida moderna que no pase por un proceso químico, porque la Química es la ciencia de la creación y de la transformación.

La vida misma pasa por la Química, apuntó el Director, quien estuvo acompañado por Gerardo Suárez Reynoso, presidente de la Academia de Música del Palacio de Minería, entidad que organiza los conciertos de la OSM. Todo lo que nuestras células hacen es Química: cuando escuchamos música, la percibimos, nos emociona y nos deleita porque en nuestro interior se hace Química, y cuando los genios producen música, hubo Química en su desarrollo. La música y la Química son inseparables, añadió.

Finalmente, Vázquez Ramos agradeció a los músicos de la OSM; a su director, Carlos Miguel Prieto, y el apoyo de Gerardo Suárez Reynoso quien abrió el concierto con una felicitación para la comunidad de esta centenaria Facultad para recomendar: Liberemos nuestra Química, para disfrutar de este bello programa musical.

Bajo la batuta del maestro Carlos Miguel Prieto, uno de los directores más destacados del país, la OSM inició el concierto con el estreno mundial de la obra Stars, de Adam Schoenberg, quien estuvo presente en el recital. Esta obra es un poema sinfónico moderno encargado especialmente al compositor por esta Sinfónica de la Universidad Nacional.

Más adelante, la OSM interpretó el Concierto para violín op. 14, del compositor Samuel Barber. Este concierto, que tiene colores musicales cercanos tanto a la música escocesa como al jazz, contó con la participación del violinista James Ehnes, quien fue ampliamente ovacionado por el público luego de un solo que evidenció su virtuosismo.

El recital cerró de modo vibrante con el Concierto para Orquesta Sz 116, del célebre autor húngaro Béla Bartók, una obra de 36 minutos de duración que en sus cinco movimientos va de lo jocoso a lo sombrío, para rematar en acordes sumamente vitales, la cual también fue aplaudida entusiastamente por los presentes.

Fuera de programa, el director Carlos Miguel Prieto anunció que la OSM interpretaría las tradicionales Mañanitas para los químicos y las químicas. Al concluir, de entre los asistentes, de manera espontánea, surgió la iniciativa de corear un Goya universitario por la Facultad de Química y sus primeros 100 años de existencia, lo cual cimbró la Sala Nezahualcóyotl.

La OSM presenta cada año su temporada de conciertos de verano en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario de la UNAM. La Academia de Música del Palacio de Minería es la institución que respalda y organiza el trabajo de la OSM, agrupación que es reconocida como un referente en la música de concierto mexicana.