Rinden homenaje a la Profesora Emérita Estela Sánchez Quintanar

En una ceremonia presidida por el Rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, la comunidad de la Facultad de Química rindió un emotivo homenaje a Estela Sánchez Quintanar, Profesora Emérita de esta casa de estudios y universitaria ejemplar, quien a lo largo de cuatro décadas ha formado a numerosas generaciones de profesionales en las áreas de Bioquímica y Biología Molecular de plantas.

El Homenaje a Estela Sánchez Quintanar, realizado el 25 de abril en el Auditorio B de la FQ, reunió a ex rectores, integrantes de la Junta de Gobierno de la UNAM, eméritos, académicos y alumnos de la Facultad de Química, miembros del Patronato de esta institución, así como familiares y amigos de la distinguida universitaria.

“Los Profesores Eméritos simbolizan lo mejor de nuestra Universidad, sus fines y sus valores fundamentales. Es por ello, doctora Sánchez Quintanar, que usted como Profesora Emérita de esta Facultad simboliza nuestro espíritu y aspiraciones. Gracias por ser como ha sido, por haber hecho lo que ha conseguido y por querer a la Universidad como la ha querido. Estoy seguro que por nuestra raza continuará hablando su espíritu”, señaló Graue Wiechers.

En su intervención, el Rector también apuntó que la historia de la Universidad se va construyendo con reconocimientos como el homenaje a Estela Sánchez, porque son invaluables las contribuciones de los profesores e investigadores universitarios, con las que han conseguido elevar y mantener la excelencia académica que caracteriza a la Máxima Casa de Estudios.

El nombramiento de Profesor Emérito, añadió Enrique Graue, es la manifestación más sincera de la comunidad universitaria para reconocer y agradecer a aquellas personas que han dedicado parte de su vida a la docencia y a la investigación, y lo han hecho con excelencia, con convicción y con valía excepcional.

La vida de Estela Sánchez, agregó, ha sido ejemplar, sus méritos de madre y abuela se suman a todas sus virtudes académicas. Ha sido una de las universitarias que supo superar todo: libró los obstáculos culturales a los que se tuvo que enfrentar, cuando en los años 50 eran contadas las mujeres que ingresaban a la Universidad y que conseguían viajar al extranjero para seguir estudios de posgrado. “No debe haber sido sencillo lograrlo, pero su vocación inquebrantable, su voluntad férrea y la disciplina académica que la caracterizan le permitieron alcanzar las metas que se trazó”.

Por su parte, Estela Sánchez Quintanar
dijo que los logros obtenidos a lo largo de su trayectoria se han realizado con el apoyo de la Universidad Nacional, a través de una serie de estímulos.

Asimismo, resaltó la ayuda recibida por parte del ex rector Guillermo Soberón, para la realización de sus estudios de posgrado en la Universidad de Wisconsin, Estados Unidos, y quien, además, la inició en la investigación; “en realidad, él me enseñó a disfrutar la investigación con rigor científico”.

Por último, hizo un agradecimiento a su familia “por todo lo que hicieron y han hecho para que pudiera seguir el camino que es apasionante para mí, continuar hasta donde he llegado. Han hecho un esfuerzo para que la familia mantuviera la unión que me ha permitido realizarme en esta área que han sido fundamental”.

En tanto, el Director de la FQ, Jorge Vázquez Ramos, recordó que bajo la guía de Estela Sánchez el Departamento de Bioquímica de esta entidad universitaria creó una mística, un rigor académico y una forma colegiada de actuar que perduran hasta la fecha. “Ha sido una persona crítica, objetiva y de gran sagacidad, con una enorme capacidad de crear ideas e involucrar a la gente. Continúa como la más creativa e imaginativa de este Departamento”, sostuvo.

El doble emeritazgo que ha recibido, mencionó más adelante el Director, uno por la UNAM y otro por el Sistema Nacional de Investigadores, definen su vida académica: ha sido una mujer productiva en todos sentidos por sus publicaciones, conferencias, congresos o la docencia. “Existe también una Estela Sánchez institucional: la jefa de Departamento y la que ha actuado en múltiples comités y consejos. El mismo hilo conductor en todos los casos, siempre su intenso amor por la Facultad. Todos hemos aprendido de ella”.

Jorge Vázquez apuntó también que Estela Sánchez “debe de sentirse orgullosa de su obra: ha hecho un soberbio trabajo y la Facultad y la Universidad le agradecen profundamente”.

Durante el homenaje, el Rector Enrique Graue Wiechers hizo entrega de un reconocimiento a la Profesora Emérita, donde también estuvieron presentes los ex rectores Guillermo Soberón y Francisco Barnés de Castro, así como el integrante de la Junta de Gobierno de la UNAM, Eduardo Bárzana García.

Universitaria ejemplar

Compañeros, amigos, maestros, familiares y discípulos de Estela Sánchez Quintanar compartieron en esta ceremonia sus vivencias y anécdotas en torno a la vida académica, profesional y familiar de la Profesora Emérita.

Así, el ex Rector de la UNAM, Guillermo Soberón Acevedo, recordó la vida estudiantil de la académica con una ponencia titulada El tutor de una alumna de excelencia. En tanto, el investigador titular del Departamento de Biotecnología y Bioquímica del CINVESTAV Unidad Irapuato, Alejandro Blanco, abordó el tema de La huella entre sus colegas y pares.

Más adelante, el investigador de la Unidad de Bioquímica y Biología Molecular de Plantas del Centro de Investigación Científica de Yucatán, Víctor Loyola Vargas, se refirió al proceso profesional de la homenajeada que la hizo ir De la Bioquímica Básica a la Bioquímica Vegetal.

Por su parte, la profesora del Departamento de Bioquímica de la Facultad de Química, Herminia Loza Tavera, expuso el tema Vinculando la Bioquímica Vegetal con la Agronomía. Finalmente, el hijo de la Profesora Emérita y Director de Medicina Genómica y Bioeconomía de la Harvard School of Public Health, Gerardo Jiménez Sánchez, habló sobre La Academia y la vida familiar.

Semblanza

Estela Sánchez Quintanar es una mujer que ha vivido en dos siglos diferentes y constituye una inspiración para la investigación científica en México. Su vida es ejemplo de la energía, tenacidad y capacidad visionaria que una mexicana es capaz de emanar y transmitir a varias generaciones, dejando una huella luminosa de su labor para el futuro.

Desde temprano, Estela Sánchez comprendió que su vocación era la Química y dirigió sus esfuerzos para aprender todo lo relacionado con la ciencia que le apasionaba. Inició su formación en la Escuela Nacional de Ciencias Químicas, como parte de la Generación 1950 y hasta el día de hoy retribuye a la ahora Facultad de Química de la UNAM, con su trabajo docente y de investigación.

En una época en la que la mujer mexicana parecía encasillada en ser “ama de casa”, logró abrirse camino hacia la ciencia realizando una maestría en México bajo la dirección del Dr. Guillermo Soberón, posteriormente, el doctorado en Bioquímica, bajo la asesoría del reconocido enzimólogo estadounidense Dr. Wallace Cleland, en la Universidad de Wisconsin y una estancia posdoctoral en Biología Molecular en la misma institución bajo la dirección del Dr. Bock. El contacto permanente con su Alma Mater le permitió a su regreso incorporarse a la docencia y, por supuesto, a la investigación en esta casa de estudios.

Era tiempo de generar ideas, de aprovechar lo aprendido y crear; sobre todo, de ir más allá de los límites que muchas veces pueden frenar el ímpetu de una investigadora joven. Esto lo comprendió Sánchez Quintanar y trazó su camino para alcanzar los objetivos propuestos. Así como la tenacidad y optimismo la caracterizaban, tenía otras cualidades imprescindibles para trabajar en la ciencia: escuchar, tolerar, ser capaz de cambiar el rumbo cuando fuera necesario. De esta manera decidió modificar su tema de investigación, el cual inicialmente utilizaba modelos animales, hacia el estudio de las plantas, fundando la Bioquímica Vegetal en México.

Esta “idea verde” que rondaba en sus pensamientos fue plasmada en la fundación de uno de los departamentos más sólidos en la Facultad de Química: el de Bioquímica. Fue ahí donde, en la década de 1970, con esfuerzos mancomunados entre químicos de la UNAM y agrónomos del Colegio de Posgraduados de Chapingo, empezaron a forjarse los primeros proyectos de investigación científica en el área de la Bioquímica Vegetal.

Dicho Departamento, bajo su propia dirección, tuvo un papel crucial en la dispersión de los futuros bioquímicos y, con el tiempo, de biólogos moleculares de plantas a lo largo de todo el país. Ejemplo de ello es que, en 1978, el Dr. Manuel Ortega, invitó al Dr. Alejandro Blanco miembro del mismo Departamento, a participar en la fundación del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV) Irapuato, uno de los más exitosos centros de investigación en México y en el mundo. Más tarde, los doctores Manuel Robert y Víctor Loyola, miembros también del Departamento de Bioquímica de la Facultad de Química de la UNAM, emigraron para fundar el Centro de Investigaciones Científicas de Yucatán, el cual es reconocido internacionalmente.

Sin descuidar su trabajo de investigación, el cual siempre ha sido su motivación principal, Estela Sánchez contribuyó de manera significativa en el crecimiento de la Facultad de Química. A mediados de la década de 1980, fue llamada a colaborar en el equipo del Dr. Francisco Barnés, Director en aquel tiempo de la Facultad, como jefa de la División de Bioquímica; asimismo, contribuyó de manera importante en la Campaña Financiera que proporcionó los recursos económicos para la construcción de las instalaciones del Conjunto E, que alberga hoy a varios Departamentos de la Facultad, incluyendo al de Bioquímica. Paralelamente a la investigación en este Departamento, se fortaleció el Posgrado en Ciencias Químicas con especialidad en Bioquímica, el cual comenzó a funcionar con un nuevo esquema de estudios como Posgrado en Ciencias Bioquímicas, a finales del siglo XX. En este posgrado, Estela Sánchez continuó sembrando semillas mediante la titulación de licenciados, maestros y doctores en Ciencias, quienes forjan hoy el futuro de la Bioquímica Vegetal en México.

Muchos de sus estudiantes se preguntaban cómo se las arreglaba para que además de su labor inagotable dentro de la ciencia en México, tuviera tiempo de criar seis hijos y formar una numerosa y unida familia. Platicaba que salvo excepciones extraordinarias, comer con la familia era de rigor en su casa. Así, aunque sea una hora al día, todos juntos podían contar sus experiencias, inquietudes o logros, manteniendo con esto, entre otras cosas, la llama del calor familiar. Hoy, a través de sus nueve nietos, disfruta de los resultados de lo que ella llama “los experimentos más emocionantes de la vida”: sus hijos.

La labor de Estela Sánchez ha sido reconocida con las más altas distinciones para la ciencia en México. En el año 1983 fue distinguida con el Premio Nacional de Química Andres Manuel del Río, en el 2000 fue designada como Profesora Emérita de la UNAM y en el 2006 como Investigadora Emérita del Sistema Nacional de Investigadores. A nivel internacional, fue miembro fundador de la International Society for Seed Science y tiene la membresía corresponsal en la American Society of Plant Biologists.

En la actualidad, sigue siendo una profesora e investigadora activa, con una fuente inagotable de curiosidad hacia las nuevas tendencias, incursiona en temas de frontera de la Bioquímica y Biología Molecular de Plantas, forma futuros investigadores y apoya el crecimiento del Departamento de Bioquímica de la Facultad de Química de la UNAM, el cual fundó en 1971, hace 45 años.