En 2050, 10 millones de personas podrían padecer resistencia antimicrobiana
Quinto webinar sobre autocuidado, organizado por la FQ
La resistencia antimicrobiana es un problema de salud pública mundial que se acelera por el mal empleo de los antibióticos, ante ello, instituciones internacionales, como la Organización Mundial de la Salud y la Organización de las Naciones Unidas, reconocen este rubro como una importante amenaza para la salud y ya toman medidas para hacerle frente, señaló Ana Ocaña, gerente Senior de Asuntos Médicos de RB México, durante la quinta sesión del webinar El Autocuidado como un elemento esencial de las Políticas Públicas de Salud en el marco de la nueva normalidad.
Esta quinta sesión en línea, titulada Resistencia antimicrobiana y el valor de los medicamentos OTC en el sistema de salud, realizada el 19 de agosto por el Departamento de Farmacia de la Facultad de Química, en colaboración con la Asociación de la Industria Latinoamericana de Autocuidado Responsable (ILAR) y la Asociación de Fabricantes de Medicamentos de Libre Acceso (AFAMELA), entre otras instituciones.
La resistencia antimicrobiana o RAM se refiere a un estado relacionado con la falta de sensibilidad de una bacteria a los antibióticos, en gran medida debido a la sobreutilización de éstos; esta situación podría llevar a la sociedad a una era post-antibiótica, en donde las infecciones simples se vuelvan intratables o incluso fatales. En ese sentido, Ana Ocaña apuntó que para el año 2050 se estima que 10 millones de personas parecerían esta situación, similar al número de pacientes con cáncer en 2014.
Ana Ocaña refirió que el antibiótico no hace ningún efecto en casos virales, porque no reduce la evolución y sólo se incrementan el costo y el riesgo para el paciente, por los efectos secundarios que puede producir; no obstante, muchas personas suelen exigir que les prescriban antibióticos, porque recibirlos es una especie de derecho social. Una posible solución a este problema, detalló la especialista, es el abordaje sintomático, es decir, atacar los síntomas y no esperar a la enfermedad.
En este sentido, el autocuidado no significa autoprescripción ni automedicación, sino tiene como objetivo que el paciente se empodere para cuidar su salud, para minimizar las consecuencias y complicaciones; implica que el paciente esté informado de las acciones a realizar, finalizó.
Por su parte, Carme Gauxachs, integrante del Comité Directivo de la ILAR, señaló que uno de los pilares del autocuidado es el uso racional de productos y servicios, en el cual se incluye el empleo de medicamentos de venta libre (OTCs, por sus siglas en inglés), que permiten a las personas hacer uso de éstos con seguridad, calidad y eficacia comprobadas en el tratamiento de síntomas y males menores ya diagnosticados, como dolor de cabeza, resfriado, diarrea o indigestión.
Asimismo, dijo que la población latinoamericana es consciente del autocuidado, pues el 90 por ciento de los usuarios se consideran cuidadosos de su salud; de éstos, el 42 por ciento en América Latina menciona saber reconocer los síntomas y tratar enfermedades simples.
En cuanto al autocuidado, la experta abordó diversas tendencias, entre ellas, que la comunidad médica necesitará adaptarse, pero debido a la escasez de médicos se transferirán parte de esas tareas a distintos profesionales de la salud. Otros aspectos son la sustentabilidad ambiental, la cual es una cuestión que llegó para quedarse; la sustentabilidad de los sistemas de salud públicos, la cual continuará como prioridad; la mayor solicitud de transparencia de información y el incremento en el volumen de datos en salud generado.
En tanto, Juan Thompson, director general de ILAR, habló sobre el estudio que realizaron en su organización para comprender el valor económico del autocuidado a través de medicamentos de venta libre. En esta investigación se evaluaron cuatro enfermedades no graves (resfriado común, candidiasis vaginal, diarrea y dolor de espalda) en cinco países de América Latina: Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México. El estudio reveló que los gastos en los sistemas nacionales de salud pública alcanzan los 2.7 mil millones de dólares. En el caso de México, el sistema de salud atiende a 13.6 millones de casos en un año y gasta 946 millones de dólares.
En un escenario, agregó Thompson, en el cual el 50 por ciento de los casos se resolvieran mediante el autocuidado con medicamentos de venta libre, se podrían lograr ahorros sustanciales de aproximadamente mil 300 millones de dólares en sistemas de salud pública. Ello implica que “el 100 por ciento de las economías con OTCs en Colombia y el 25 por ciento de las economías en México pueden pagar el 100 por ciento del costo directo para el tratamiento de diabetes en ambos países”, ejemplificó.
Además, comentó que los beneficios del autocuidado, desde el punto de vista económico, se pueden llevar a cabo con más información y mejor acceso a los productos de la salud; también el autocuidado evita la pérdida de productividad por absentismo; disminuye la sobrecarga del sistema de salud pública para el tratamiento de afecciones simples y, a través de la alfabetización en salud, empodera a las personas para tomar un rol más activo sobre su propia salud, al reconocer, monitorear y tratar los síntomas de condiciones leves o graves, finalizó.
Por último, Ricardo Ramírez Montoya, director ejecutivo de AFAMELA, dijo que esta asociación agrupa a los principales fabricantes de medicamentos OTC, nacionales y globales con presencia en México, y tiene como objetivo el autocuidado de la salud: “Tenemos 35 años generando política pública y cambios regulatorios para que este autocuidado se dé en todos los sectores del país. En los últimos años se ha impulsado la política de uso responsable de dichos medicamentos”, indicó.
A lo largo de su charla, Ramírez Montoya comentó que AFAMELA lanzó el proyecto Consejo asesor sobre autocuidado, el cual busca impulsar desde una visión científica los beneficios del autocuidado de la salud. Para este fin se han convocado a representantes de la comunidad médica y académica de diferentes especialidades con la intención de difundir información para generar cultura compartida entre médicos, académicos, autoridades y la población en general.
Afirmó que en México no hay una cultura de prevención, al respecto AFAMELA plantea algunas posibles soluciones, como construir una educación en salud en gran escala, tener conocimiento de la condición física propia que permita aprovechar mejor las herramientas disponibles en el país, una buena alimentación y evitar prácticas de riesgo; y sobre todo, conocer sobre el uso responsable de los medicamentos de libre venta: “El empoderamiento debe estar basado en educación”, concluyó el especialista.
Al presentar la quinta sesión del ciclo de webinars, Carlos Álvarez, académico de la FQ, apuntó que la RAM es considerada una amenaza para la salud pública mundial y en 2050 puede ser la primera causa de muerte en el mundo: “Muchas enfermedades infecciosas que hasta ahora pueden tratarse podrían volverse incontrolables y extenderse rápidamente por todo el mundo, es por ello que la Asamblea Mundial de la Salud aprobó un plan de acción para luchar contra esta afección”, añadió.
Resulta de especial importancia, dijo el docente, como medida segura para fortalecer el sistema de salud, el tema del autocuidado, que puede ayudar a abordar algunos de los desafíos más críticos de los sistemas de salud, coadyuvar en la problemática referente a la escasez de médicos y generar ahorros para el propio sistema.
En esta presentación Liliana Vargas, académica del Departamento de Farmacia de la FQ, quien fungió como moderadora del encuentro, indicó que la resistencia antimicrobiana requiere atención y acciones urgentes en todos los niveles y debe involucrar a los actores de interés e impulsar el autocuidado responsable de la salud y promover el uso racional de medicamentos en la sociedad.
En este aspecto, concluyó, se ha reportado que entre el 30 y el 50 por ciento del uso de antibióticos a nivel hospitalario es innecesario e inapropiado, esto conlleva a la selección de microorganismos multirresistentes y ocasiona más días de hospitalización, aumento en la mortalidad y morbilidad, así como en los costos.
Khalid Hernández Páez
Yazmín Ramírez Venancio