Compartió el Nobel Zinkernagel su visión sobre los retos actuales de la Inmunología

Dos de los grandes retos actuales de la Inmunología son mejorar los tratamientos en torno al envejecimiento y hacer más eficiente la respuesta inmune ante los tumores, a fin de evitar los efectos secundarios de las quimioterapias, afirmó en la Facultad de Química de la UNAM el Premio Nobel de Fisiología o Medicina 1996, Rolf Martin Zinkernagel, al dictar la conferencia magistral Understanding Immunity.

El Nobel se presentó ante la comunidad de la FQ como parte de las actividades programadas dentro de los Festejos por el Centenario de la Facultad, acompañado por alrededor de 300 alumnos y profesores, quienes se reunieron tanto en el Auditorio B de la FQ, donde se realizó la conferencia, como en los auditorios A y E, además de una transmisión simultánea en Webcast.

Martin Zinkernagel fue galardonado, junto con el investigador australiano Peter C. Doherty, por sus descubrimientos sobre la forma como el sistema inmunológico distingue las células infectadas de las sanas. El trabajo de los dos científicos ha permitido hacer importantes avances en las investigaciones sobre el SIDA, ya que han podido demostrar que la infección de un virus puede, durante la defensa del sistema inmunológico, seleccionar las mutaciones en el virus que no son reconocidas por el cuerpo humano.

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Durante su conferencia, Rolf M. Zinkernagel, quien fue presentado por el Director de la FQ, Jorge Vázquez Ramos, se refirió al caso de los virus, en torno a dos mecanismos que utiliza el sistema inmunológico, las Células B y las Células T, para contrarrestar el ataque de los virus.

Asimismo, Zinkernagel explicó cómo es relativamente fácil detectar los periodos de una infección y cómo detectar anticuerpos que sean neutralizantes contra la enfermedad. En este sentido, comentó que si las personas sobreviven a una infección los primeros 10 o 12 días, seguramente se tendrán estos anticuerpos neutralizantes.

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En su presentación, el Nobel también recordó que la expectativa de vida en el mundo se incrementó gracias a las vacunas, las cuales buscan preparar al sistema inmune ante ataques de agentes patógenos.

Rolf M. Zinkernagel se refirió al trabajo de investigación que le valió el Premio Nobel, junto con Peter C. Doherty, el cual –dijo– partió de observaciones en experimentos in vivo de trasplantes de riñón, donde observó que las células infectadas podían ser eliminadas por los linfocitos o Células T que tuvieran las mismas moléculas del trasplante. Así fue como, recordó, se logró determinar que las células del organismo pueden atacar a la células infectadas.

Asimismo, destacó que uno de los problemas fundamentales en la inmunología actual son los trasplantes de órganos (riñón, corazón, hígado), los cuales no logran permanecer por mucho tiempo en las personas que reciben el trasplante. “A pesar de que hay una serie de fármacos que ayudan en este sentido, probablemente una solución podría ser trasplantar células de la médula ósea del paciente que dona el órgano al que lo recibe, de tal forma que el cuerpo de este último reconozca al órgano como propio”, afirmó.

Trayectoria

Rolf Martin Zinkernagel, médico suizo nacido en Basilea, en 1944, estudió Medicina en la universidad de su ciudad natal de 1962 a 1968. Al concluir la carrera, efectuó un curso de Medicina tropical en la misma institución y otro de Medicina experimental en la Universidad de Zúrich. Trabajó en hospitales, laboratorios e institutos de diferentes universidades de su país.

En 1973, comenzó en Australia los primeros trabajos de su especialización junto con Peter C. Doherty, en la Escuela de Investigación Médica John Curtin, de Camberra. Estos trabajos se refieren a la capacidad de defensa del sistema inmunitario. Tras sus investigaciones en Australia, se trasladó a Estados Unidos en 1976, donde se desempeñó como asistente y después como profesor en el departamento de Inmunopatología del Instituto de Investigaciones de la Clínica Scripps, en La Jolla (California).

En 1979, regresó a Suiza, donde se incorporó como profesor asociado al departamento de Patología del Hospital Universitario de Zúrich. Cuatro años más tarde, fue nombrado director del departamento de Inmunología Experimental.

Zinkernagel es autor de más de 300 publicaciones; sus trabajos para conocer la lucha contra los virus le han merecido numerosos premios internacionales, entre ellos, el de Doctor Honoris Causa por las universidades de Lieja, en Bélgica, y de Camberra, en Australia. Es miembro honorario de la Sociedad Mexicana de Inmunología y ha participado en la formación de investigadores mexicanos como el investigador Constantino López Macías, egresado y profesor de la Facultad de Química.