Curiosear permite detectar señales de cambio para realizar análisis de futuros

Sin curiosidad no hay descubrimientos: Karla Paniagua

Internet y las redes sociales generan una falsa sensación de completitud o totalidad, pues al tener toda la información disponible en línea ya no se estimula al cerebro, en específico la curiosidad, así lo planteó Karla Paniagua, coordinadora de Estudios de Futuros en el Centro de Diseño, Cine y Televisión, durante la charla en línea que ofreció para la comunidad de la Facultad de Química.

Con el objetivo de orientar a los estudiantes en la cristalización de la curiosidad, Karla Paniagua brindó la conferencia Curiosidad morbosa como habilidad de supervivencia y otros secretos ninja, en la cual aseguró que la curiosidad es un apetito, un hambre por saber, que parte del reconocimiento de una brecha.

Durante su exposición, efectuada el 24 de junio a través del Facebook de Actividades Culturales de la Facultad de Química, dentro de la iniciativa Lazos Químicos, la académica apuntó que existen dos tipos de curiosidades: diversiva y epistémica; la primera sirve para navegar sin propósito definido, la segunda está relacionada con la adquisición y cristalización de conocimiento.

En ese sentido, resaltó la trascendencia de ejercitar la memoria y, en especial, la curiosidad epistémica. Ésta se ejercita cuando se reconoce la falta de información y se anhela conocer más, así como cristalizarla en un producto complejo de índole distinto, como una canción, un poema o un libro. El objetivo es que la curiosidad no se convierta en energía que se disperse.

La especialista destacó los alcances de curiosear, pues sin curiosidad no hay descubrimiento, y todas las investigaciones comienzan con una pregunta. Curiosear permite detectar señales de cambio o comportamientos limítrofes considerados tabú para reflexionar en torno al futuro; cuando una señal de cambio se repite constantemente, se convierte en una tendencia y las tendencias crecen hasta convertirse en motores de cambio.

En este aspecto, alimentar la curiosidad epistémica se relaciona con el sentido de supervivencia, ya que fomenta la capacidad para identificar señales de cambio, porque en función de éstas se hacen las proyecciones para realizar análisis de futuro. El propósito de pensar en futuros alternativos es desarrollar habilidades tácticas que permitan advertir escenarios diferentes. 

En contraste, tener acceso a mucha información no es lo mismo que tener conocimiento, pues éste implica un proceso cerebral en el cual nos relacionamos con la información, concluyó la universitaria.

Khalid Alfredo Hernández Páez

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