La Constitución, instrumento para la cohesión social: Diego Valadés

Ciclo La Ciencia más allá del aula

Los temas constitucionales no deben ser sólo para expertos, pues una constitución es el instrumento que permite las bases para la cohesión social y para exigir la observación de los derechos de la sociedad en general y de cada persona en particular, señaló el reconocido jurista Diego Valadés, al dictar en la Facultad de Química la conferencia La Constitución: retrospectiva y prospectiva.

La presentación, llevada a cabo el 9 de noviembre en el Auditorio B, se realizó en el marco del ciclo La Ciencia más allá del aula, que organiza la profesora de la FQ Lena Ruiz Azuara.

El integrante de El Colegio Nacional, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, refirió que actualmente hay 193 estados constitucionales en el mundo, la Constitución Mexicana es la segunda más antigua en cuanto a estados republicanos no monárquicos, siendo la primera la de Estados Unidos.

En el país, añadió, ha habido cinco constituciones, publicadas en 1824, 1836, 1843, 1857 y 1917, respectivamente. “La de 1857 ha sido la más democrática y la que le daba más facultades al sistema representativo; la actual (1917) fue el resultado de una revolución peculiar que se llamó a sí misma constitucionalista, porque se levantó en armas contra el usurpador Victoriano Huerta, para restaurar el orden constitucional”.

La legislación de 1917, explicó el especialista, recogió más de 40 preceptos de su antecesora (la de 1857), pero su estructura cambió radicalmente, en cuanto a los contenidos que incorporan normas consideradas ajenas al ámbito constitucional, como las de tipo social; además, se establece el carácter laico del Estado.

“Lo importante de la Constitución de 1917 es su contenido social; lo cual no se había conseguido en ninguna norma anterior en el país. Así, con la Constitución en la mano, los campesinos exigieron tierras y los trabajadores, la posibilidad de organizar sindicatos y condiciones mejores de trabajo y salario”, sostuvo.

Esta Constitución, dijo más adelante Diego Valadés, “puso en movimiento a la sociedad que exigió sus derechos; sin embargo, ha permitido un sistema de poder presidencialista muy concentrado”. En este sentido, apuntó: “se ha buscado dar mayor pluralismo al Congreso, se ha avanzado en los procesos electorales razonablemente adecuados para una democracia, pero no se ha logrado que el gobierno deje de ser monopolio del partido gobernante en turno”.

En los últimos 20 años, añadió, “el gobierno ha tenido el 100 por ciento del poder, aunque no tenga mayoría en el Congreso; eso significa que el sistema representativo no se está traduciendo en un modelo democrático, esto genera un déficit de gobernabilidad. Hay tensiones, pues ha crecido la riqueza nacional y al mismo tiempo la pobreza social; es decir, hay una incapacidad para redistribuir la riqueza, no se cuenta con un sistema de justicia eficaz y ha habido un aumento de la corrupción, porque hay impunidad y falta de control”.

Al respecto, el especialista en Derecho aseguró: “sí tenemos remedios posibles, se debe dar al sistema representativo mayor funcionalidad y lograr que los funcionarios respondan y puedan ser evaluados por los órganos de representación política, para ello se deben otorgar facultades de control al Congreso, a fin de que haya un pluralismo con consecuencias hacia la sociedad”.

Por último, Diego Valadés señaló la necesidad de romper “una de las claves de la corrupción que se llama patrimonialización del poder público: hoy ganar una elección significa adueñarse de un aparato administrativo para beneficio y lucro personales; eso debe cambiar”.

Yazmín Ramírez Venancio

José Martín Juárez Sánchez