Dictan conferencia sobre exploración robótica en Marte

Dentro del Ciclo La Ciencia más allá del aula

Las misiones Vikingo 1 y 2, lanzadas en 1976 por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), realizaron experimentos biológicos en Marte, los cuales dieron positivo para la vida, pero el experimento químico a bordo falló en su intento por encontrar material orgánico marciano, señaló en la FQ el académico de la Facultad de Ciencias de la UNAM, Pavel Ulianov Martínez Pabello.

Al dictar la conferencia Búsqueda de vida en Marte: Exploración robótica e instrumentación analítica, como parte del ciclo de conferencias La Ciencia más allá del aula en el Auditorio B, Martínez Pabello apuntó que, hasta la fecha, estos experimentos siguen en duda. 

Durante más de 30 años, añadió el también egresado de la FQ, se pensó que existía peróxido de hidrógeno en el suelo marciano, el cual “en contacto con los compuestos orgánicos produce una oxidación, que genera dióxido de carbono (CO2) y eso es lo que observó el Vikingo”, pero en 2008, la misión Phoenix encontró presencia de percloratos, los cuales son un fuerte oxidante y descompone la materia orgánica, indicó.

“El perclorato es hiperoxidante y si la materia orgánica es oxidable, entonces elimina esta materia. Por ello, actualmente muchos científicos estudian cómo se comportan estas sustancias”, apuntó.

Pavel Martínez señaló que el Planeta Rojo debe su nombre a los romanos, quienes lo veían de este color y lo asociaban con el dios de la guerra, además de tener características únicas: “es más grande que la luna terrestre y más pequeño que la Tierra, y su atmósfera está compuesta en un 96 por ciento por dióxido de carbono”. 

En este sentido, Pavel Ulianov destacó algunas misiones que ha llevado a cabo la NASA: Pathfinder (1997), que logró desplazar un robot (rovers) en la superficie de Marte; en 2004, lanzaron Spirit y Opportunity, también misiones gemelas que funcionaron con paneles solares, tomaron muestras e hicieron mineralogía y geoquímica: “Realizaron algunas mediciones para que los científicos pudieran conocer la geología de Marte”, agregó el universitario. 

Además, se refirió a Phoenix (2008), misión importante porque llegó al ártico de Marte y permitió demostrar que había ciertos compuestos en el suelo de este planeta, “tomó una muestra de su suelo y se detectaron percloratos”, indicó el también profesor de la Escuela Nacional de Ciencias de la Tierra (ENCiT).

Otras de las exploraciones que se han efectuado son Curiosity (2012); Insigth (2018), que tenía como objetivo estudiar el interior de Marte; Ingenuity y Perseverance (2021) que llevaron el instrumento Moxie, el cual “permitió romper la molécula de dióxido de carbono y produjo oxígeno, por primera vez; con esta demostración tecnológica se pudo obtener oxígeno a partir de la atmósfera de Marte, destacó el posdoctorante del Instituto de Geología. 

Martínez Pabello mencionó a otros países que también han realizado exploraciones robóticas en Marte: la India, en 2014, envió el Mangalyaan; Emiratos Árabes Unidos creó su agencia espacial en 2016 y, en 2021, ya tenían a Hope en aquel planeta; en ese mismo año, China lanzó al Tianwen-1

Finalmente recalcó su incorporación como investigador externo en el proyecto Simulaciones experimentales de química prebiótica: contribuciones, Bio-firmas y protocolos para el retorno de muestras de marte” del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España y el Centro de Astrobiología en Madrid; “la experiencia adquirida en estos años servirá para entender mejor el comportamiento de muestras geológicas a condiciones marcianas y sus implicaciones en la búsqueda de vida en Marte”, concluyó.

 

Yazmín Ramírez Venancio

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