El embarazo adolescente, un problema de salud pública en México

Seminario del Departamento de Farmacia

El embarazo adolescente es considerado un problema de salud pública, tanto en México como en el mundo, por sus implicaciones educativas y económicas, además de que afecta el proyecto de vida de muchas jóvenes y amplía la brecha social, pues complica el acceso a mejores trabajos y salarios, afirmó en la Facultad de Química la especialista Mónica Beatriz Aburto Arciniega.

La coordinadora del Programa de Prevención de Embarazo en Adolescentes de la Facultad de Medicina (FM) dictó la conferencia El embarazo adolescente: un problema de salud, en el marco de los seminarios académicos del Departamento de Farmacia de la FQ, en donde estuvo acompañada por la organizadora de este ciclo, la docente Elia Brosla Naranjo Rodríguez.

Aburto Arciniega explicó que se considera embarazo adolescente el que se da en niñas y jóvenes de entre 12 y 19 años, “en una etapa que requiere de mucho entendimiento y apoyo por parte de la familia, para guiarlas en términos de su salud reproductiva”.

No es lo mismo, añadió la universitaria, si hay gestación en una niña de 12 años que de una adolescente de 17, porque hay un desarrollo fisiológico diferente: “De 10 a 13 años, normalmente se presenta en adolescentes cuyo padre está ausente, su cuerpo no está en condiciones aptas para el embarazo y, en general, hay violencia física y sexual”, indicó.

La especialista también señaló que México es uno de los países con mayor número de casos de embarazo adolescente, el cual está asociado con factores como madres que trabajan, amigas con conductas de riesgo, ausencia de plan de vida, abandono escolar, pobreza, relación sexual temprana y falta de educación sexual; los estados con mayor porcentaje de este fenómeno son Durango, Coahuila, Guerrero, Chihuahua y Tlaxcala.

Sin embargo, Aburto Arciniega aseguró que “no es un problema exclusivo de un nivel económico o de zonas rurales, tampoco de un estrato social. Lo cierto es que cada vez se tienen relaciones sexuales en etapas más tempranas”. En este sentido, se estima que “una de cada diez mujeres adolescentes ha tenido hijos, más de la mitad de las adolescentes entre 12 y 19 años han estado embarazadas y 15 años es el promedio de inicio de vida sexual en adolescentes en México”.

Ante esta situación, la docente dijo que “la mujer debe empoderarse para cuidarse a sí misma. ¿Por qué las mujeres mexicanas no se protegen en la primera relación sexual? La mayoría afirma que no conocía o no sabía dónde comprar métodos anticonceptivos y otras señalan que querían embarazarse; en cualquier caso queda claro que hace falta mayor educación sexual”.

Más del 70 por ciento de adolescentes mujeres en México, insistió, señalan que conocen algunos métodos anticonceptivos, pero no saben cómo utilizarlos. “Inglaterra logró disminuir su tasa de embarazos adolescentes, que era muy alto hace diez años, con educación sexual desde edades tempranas y de manera curricular; sin embargo, en México aún hay fuertes resistencias para este tipo de formación”.

La educación sexual, concluyó Mónica Beatriz Aburto, debe darse desde niveles básicos: “los niños deben conocer y conocerse, debemos entender como sociedad que el problema existe y lo mejor es hablar de ello y tener información suficiente”.

José Martín Juárez Sánchez