Otorgan el Premio Universidad Nacional 2016 a los académicos Noráh Barba y Miguel Castro

En Docencia en Ciencias Naturales y Docencia en Ciencias Exactas, respectivamente

Los académicos de la Facultad de Química: Noráh Yolanda Barba Behrens y Francisco Miguel de Jesús Castro Martínez obtuvieron el Premio Universidad Nacional 2016 en las áreas de Docencia en Ciencias Naturales y Docencia en Ciencias Exactas, respectivamente.

Este galardón, máximo reconocimiento que otorga la UNAM a sus docentes, fue entregado el pasado 7 de noviembre de manos del Rector Enrique Graue Wiechers, en una magna ceremonia celebrada en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón del Centro Cultural Universitario.

Con cuatro décadas de labor académica, Noráh Yolanda Barba Behrens ha compaginado sus tareas docentes con las de investigación en el campo de la Química Bioinorgánica, del que es pionera en México, al especializarse en el estudio de compuestos metálicos con moléculas de interés biológico, tema que la ha situado en un lugar destacado en el ámbito nacional e internacional.

Adscrita al Departamento de Química Inorgánica y Nuclear de esta entidad, desde su incorporación a la FQ ha impartido 89 cursos de licenciatura, tanto prácticos como teóricos, y 93 de posgrado; con ello, cerca de mil 500 estudiantes de esta Universidad han tenido la oportunidad de compartir conocimientos de vanguardia en las aulas o en los laboratorios de enseñanza experimental. Su labor en la formación de recursos humanos ha sido muy valiosa, pues ha dirigido 42 tesis de licenciatura y 25 tesis de maestría y doctorado, a la vez que ha recibido a 10 posdoctorados en su grupo de investigación.

Todo docente, afirmó en entrevista Noráh Barba, debe estar al día en cuanto a la información científica de su área y ello se logra al realizar investigación, porque esta actividad exige documentarse continuamente; también, añadió, debe enseñar al alumno a buscar información relevante porque el conocimiento avanza con gran rapidez, por ello es importante la figura de profesor-investigador.

“La investigación es inter y multidisciplinaria, ya que uno no puede ser experto en todo, por eso es indispensable colaborar con investigadores de otras disciplinas, si quieres estar al día y hacer investigación de frontera”.

Para Barba Behrens, su trabajo en el aula y el laboratorio es sumamente satisfactorio: “Me gusta despertar en los alumnos el interés por la Química Inorgánica y por la Bioinorgánica, mostrarles la maravillosa diversidad de propiedades y funciones que tienen los metales, además de motivarlos a seguir estudiando, preparándose”, refirió.

El Premio Universidad Nacional 2016 tiene para la académica un gran significado, porque “es un reconocimiento de la Institución que ha sido mi Alma Mater, como estudiante y profesional. El apoyo que he recibido de la Facultad de Química y de la UNAM ha sido invaluable a lo largo de mi carrera docente. Me siento muy afortunada por haber podido estudiar y laborar aquí”.

Noráh Barba ha enfocado su investigación en las áreas de Química de Coordinación y Bioinorgánica, logrando generar nuevos compuestos con metales de transición con un enfoque multidisciplinario, investigando su actividad biológica, así como sus propiedades magnéticas y electrónicas. Hasta el momento, ha publicado 90 artículos de investigación y sus trabajos han obtenido más de mil citas. Además, su labor se ha publicado en 44 memorias en extenso. Ha sido invitada a participar en tres números especiales de la Revista Coordination Chemistry Reviews, una de las más importantes en Química, así como en Dalton Transactions y Journal Inorganic Biochemistry, entre otras.

Es miembro de la Academia Mexicana de Ciencias; miembro fundador y ex presidenta de la Academia Mexicana de Química Inorgánica, pertenece al Consejo Directivo Internacional de la Society of Biological Inorganic Chemistry, y es miembro de las revistas Journal of Inorganic Biochemistry y Polyhedron.

Además, fue invitada a integrarse como miembro titular (Académica de Número) al prestigiado Seminario de Cultura Mexicana, institución que ha agrupado desde el siglo pasado a las figuras más notables de la cultura y la ciencia de este país. La Sociedad Química de México le otorgó el Premio Andrés Manuel del Río en 2013, en reconocimiento a su labor científica y docente. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores, con Nivel III.

Enseñanza de frontera

El binomio docencia-investigación permite reforzar la enseñanza con conceptos actualizados y profundos para los estudiantes, además de posibilitar una mayor riqueza de ideas y proyectos, afirmó en entrevista Francisco Miguel de Jesús Castro Martínez, quien desde hace cuatro décadas ha ejercido el trabajo docente y de investigación con entusiasmo y dedicación en la FQ.

Desde su perspectiva, integrar ambos aspectos facilita impartir clases con conocimientos más actualizados, de hecho, “combinar ambas actividades es lo que permite tener una enseñanza de alta calidad, de frontera; además, hace factible motivar a los estudiantes a que se dediquen a la investigación”.

Un docente en el área científica debe tener, primero, una fuerte infraestructura de conocimientos básicos; además, la aptitud de transmitir esos saberes a los alumnos, la capacidad didáctica-pedagógica para ir al salón y exponer los conceptos, las ideas a los estudiantes, además de hacerlas accesibles, y debe de estar enamorado de su materia, para que cada día acuda a la clase convencido y contento”.

De esta manera, estimó el universitario, es posible convencer a los estudiantes de lo maravillosa que es la ciencia y que todo el conocimiento sólo es accesible si se trabaja con disciplina, porque en el contexto contemporáneo de avance continuo del conocimiento científico, apuntó más adelante Castro Martínez, “se debe dotar al alumno de un buen método de estudio para cualquier materia, lo cual incluye adquirir el buen hábito de preguntar –los grandes científicos de la historia se han hecho preguntas que incluso parecen fuera de lugar–, estar siempre abiertos a aprender, y estar conscientes de que el mundo académico y de investigación actual es cada vez más demandante, más exigente”.

El Premio Universidad Nacional 2016 representa para el académico una gran satisfacción, “porque la UNAM y la Facultad de Química me han dado muchos recursos para desarrollar mi trabajo, el galardón significa que he respondido, y haberlo ganado haciendo docencia e investigación es maravilloso; es también decirle a los grandes profesores que me formaron, que les he respondido”.

La labor docente de Miguel Castro cubre diferentes áreas tanto en licenciatura, como en posgrado. En la licenciatura ha impartido más de cien cursos en las diferentes asignaturas del tronco común, pero tiene un importante papel en la formación de los alumnos de la carrera de Química, ya que también imparte asignaturas especializadas en ésta área. Otro importante legado es su colaboración para la publicación del libro: Algunos aspectos básicos de la Química computacional, editado por la UNAM.

Ha dirigido un total de 34 tesis: 21 de licenciatura, ocho de maestría y cinco de doctorado; una de estas últimas, distinguida en el 2012 con la Medalla Alfonso Caso, por haber sido la mejor tesis durante ese año.

Su línea de investigación se ha centrado en el estudio de cúmulos de metales de transición y de la interacción de metal-ligante. El trabajo realizado en este terreno de la Química se ha visto plasmado en la publicación de 96 artículos en revistas de circulación internacional, los cuales han sido citados por otros autores en más de mil 850 ocasiones, incluyendo revistas de gran prestigio como Nature. Inclusive uno de estos artículos ha sido citado más de 215 veces y una de sus primeras publicaciones (1982) llamó la atención del Profesor Linus Pauling, Premio Nobel de Química (1954). Ha estado al frente de 12 proyectos de investigación.

Fue editor huésped del International Journal of Quantum Chemistry y participó con World Scientific Publishing en la edición del libro Computational Chemistry and Chemical Engineering. Fue uno de los académicos universitarios de carrera más citados en 2012 y 2013, en las revistas científicas en el área de Química. En 2014, fue distinguido por la Sociedad Química de México con el Premio Andrés Manuel del Río, en el área Investigación. Actualmente es Nivel III en el Sistema Nacional de Investigadores.