No es tóxico el uso del teflón en utensilios de cocina

El uso del teflón (politetrafluoroetileno) en la cocina no presenta riesgo a la salud para las personas; sin embargo, se deben preferir productos que no contengan PFOA o ácido perfluorooctanoico, compuesto químico que funge como difusor de calor y que junto con el PTFE hace posible que la comida no se pegue al utensilio donde se cocina, afirmó el académico de la Facultad de Química, Alfonso García Márquez.

En entrevista, el jefe de la Unidad de Servicios de Apoyo a la Investigación y a la Industria (USAII) de esta entidad universitaria, advirtió que la acumulación y distribución en el medio ambiente de este material podría tener consecuencias, por lo cual se debe evitar su uso en la medida de lo posible, o bien, tratar de disminuirlo y buscar alternativas, aunque éstas sean más costosas.

Precisó que el teflón es un término que hasta la fecha puede considerarse ambiguo, el cual se refiere especialmente a un polímero fluorado específico, el politetrafluoroetileno, integrado por cadenas de átomos de carbono lineales, cuyos únicos sustituyentes naturales son átomos de flúor. 

Sobre sus propiedades, el docente de la FQ indicó que es el polímero menos adherente que existe, pues es capaz de repeler aceite, agua y, además, tiene una importante resistencia a la corrosión. 

El teflón, recordó Alfonso García Márquez, fue descubierto por serendipia (azar) con tanques de tetrafluoroetileno “que perdían presión misteriosamente y resultaba que había una masa blanca pegada al fondo del tanque, entonces se dieron cuenta que este polímero era muy inerte o inactivo”. El químico estadounidense Roy J. Plunkett logró la patente el 4 de febrero de 1941.

Este polímero es utilizado en el desarrollo de piezas pro-estéticas, recubrimientos aislantes, en electrónicos y el uso que más se conoce es el de recubrimientos para materiales que necesitan una antiadherencia importante, como los sartenes de cocina. 

Sobre la toxicidad de este material y otros compuestos fluorados, refirió que diversos estudios han demostrado que el politetrafluoroetileno, conocido como teflón, no presenta ninguna reactividad: “No se elimina del cuerpo muchas veces, pero es inerte; es decir, no reacciona, no se vuelve disruptor endocrino”, sostuvo. 

En el caso de utensilios de cocina, apuntó, si se quiere realizar un recubrimiento de teflón, lo importante desde la síntesis es que el polímero no contenga el compuesto conocido como PFOA, el cual es tóxico y representa un riesgo para la salud: “Lo importante no es ver que esté libre de teflón, porque puede haber materiales que sí se pueden utilizar, sino leer que está libre de PFOA”. 

Alfonso García señaló que el teflón es además un buen aislante, protege de la humedad y puede mejorar la conductividad en algunos semiconductores, es decir, tiene muchas aplicaciones, incluso en el campo de la estética. Actualmente, existen alternativas que, si bien no presentan el desempeño que puede tener el teflón en cuestiones de antiadherencia, son útiles como el acero, aleaciones o recubrimientos minerales en los utensilios de cocina.

El profesor de la FQ también explicó que la antiadherencia del teflón, que es un polímero perfluorado, proviene de la presencia del flúor, el cual no permite que ninguna interacción se produzca con este material y, por lo tanto, no se genera un ángulo de contacto muy bajo; así, por ejemplo, si se pone una gota de agua en este material, la gota mantiene su carácter casi esférico porque el líquido no está interactuando con la superficie.